su noche
su día
MI NOCHE Y MI DÍA. SOLEDAD AMANTE MÍO. SOY LA ESPOSA TRISTE DE JOSÉ SOLEDAD.
Estoy tan desesperada, que en el tedio del trabajo extenuante, libero un exiguo suspiro enajenante...
Volar! Dos palomas quietas y estáticas... Volemos... A donde sea... Nadie nos espera en sitio alguno, como tampoco alguien llorará si abandonamos este lugar. Nadie nos extrañará... A nadie hacemos falta... Volemos... Volemos sin parar como hojas secas que eleva el viento... Volemos...
... Lástima, ella no sirve para nada... !