lunes, 20 de junio de 2022

RETO 19 (MEA CULPA)

 Lamento no lamentarlo.

Estaba en emergencias, debían transfundirme sangre. Nunca antes recibí sangre. Sentí el peor de los miedos. Veía gente grave por todos lados, yo era la menos, pero me reportaban muy delicada.

    No quería morir.

    No ahí; ese lugar tenía el piso manchado de sangre, no había tiempo para la asepsia. Estaba nuy frió. Patético.

    Menos mal que no tenía ningún dolor, ninguna herida. Mi diagnóstico era anemia severa. Tenía 4 puntos de hemoglobina, lo normal es 12. Un fallo cardiaco me estaba respirando en la nuca.

    Era tiempo de ponerme en paz, por si acaso.

    Lloré tan genuibamente que quedé exangüe. Aun así, podía escuchar las canciones desde una radio portátil. La música se mezclaba con los gritos de los enfermos. En medio de aquella barbarie sonora, hablé con alguien que presumí era superior a mí.

    Dije la verdad: he matado.

    Interrumpí un embarazo hacía dos décadas y hasta ese momento tomé consciencia de aquel acto. Fui muy honesta, hablé desde mi débil entraña: sentía profundamente el no lamentar el hecho, y Dios debía entender por qué. El sabía mi problema.

    No sabía si era un acto de contrición o de atrición.

    Pero si Él lo sabe todo, sabe que ne siento culpable de no sentir culpa.

    Después de eso, me abandoné a mi suerte por los abismos de la inconsciencia, pero con mucha fe.

LG.