lunes, 24 de octubre de 2016

¡LASTIMA! ELLA NO SIRVE PARA NADA

¡LÁSTIMA! ELLA NO SIRVE PARA NADA







     Toda su tarde de sábado la pasó tejiendo una carpeta de hilaza, al tiempo que veía una película donde una mujer lloraba desesperada, porque su hombre la había abandonado por otra, así nada más. La mujer por quien la abandonó no parecía ni mejor ni peor que la abandonada, simplemente sucedió. 
     La mujer que tejía no se incomodaba con las escenas de sexo explícito y el argumento subido de tono cuando ella decía: "¿Verdad que a mí no me vas a abandonar como a tu mujer? Anda, dime que yo no soy como las demás. Tú, te has de morir a mi lado porque ve, ve mi frente, tengo el pico de viuda" El hombre sólo atinaba a mirarla al tiempo que se movía haciéndole sexo y la mujer insistía: "tengo la marca de la fidelidad tatuada en la piel, ¡y en el culo! Y el respondió: ¡Sí, en el culo! Y volvieron a la pasión desenfrenada.
     La mujer casada, abandonada y con hijos hacía monólogos profundos sobre su abandono, sin importar que ella fregara pisos, cuidara los hijos que procreó con él, y también le diera todo lo que el quisiera con el culo, simplemente, el quiso cambiar de culo. 
     Mientras la mujer tejía, y veía que la actriz lloraba, pensaba en cómo adaptaría una argumento para hacer un "remake" de una película que se llama "Tiburoneros". A la vez que pensaba, cómo combinar la ropa de invierno inminente y adecuar los accesorios y las bolsas para la temporada.
      No. No tenía hijos. No nacieron y su esposo, con quien llevaba más de quince años de casada, jamás le puso "pero" alguno a esta situación. Era una mujer de 55 años y todo mundo solía decir que parecía de 40.
     Cuando terminó de ver la película, dejó la labor de hilaza para ponerse a editar unos vídeos que había realizado y quería que quedaran muy atractivos para la audiencia por Internet. También editó algunas fotos con los "softwares" que ya empezaban a caducarse y pensaba el modo de ganar más dinero para reemplazarlos. A la vez, llenaba o hacía el "feedback" de unos blogs que tenía como escritora, dibujante, fashionista, y su propio sitio web donde ofrecía sus servicios artísticos como cantante y comediante.
     Al día siguiente anduvo a las volandas cobrando dinero que había prestado a algunos amigos que recién había dejado en los Estados Unidos. Se alegró. Ya tenía dinero para preparar una comida estilo "gourmette". Se gastó casi 500 pesos. Así recibiría a su esposo. Este, degustó esa cena, sin preguntar acaso, si esta había salido cara o no. Terminó la cena, y se metió a su cama, para ver a su artista favorito: "Ritchie Blackmoore".
     La mujer volvió a sus quehaceres, arreglar dos que tres computadoras que ya se venían abajo de viejas. El dinero iría llegando poco a poco. Además, como ya había regresado de Estados Unidos, su esposo le pidió que se pusiera " a mano" con los gastos de la casa. 
     Ella, en los Estados Unidos, era una mujer, que en las gasolineras, infinidad de hombres, hispanos y sajones le decían: "You are a very beautiful woman ¿ Can I have your cellphone number?" La mujer se sonreía y decía para sus adentros: ¿Y como para qué? Ellos solo quieren el culo. ¿ O no ?
     Un año en aquel país donde hizo de todo. Limpió casas, que no tenía la gran ciencia. Enseguida le dieron trabajo en una cabina de radio, donde fingió entrevistar a artistas como "Alejandra Guzmán" y ¡jamás estuvo "la Guzmán" presente. Ella grababa la voz de la "entrevistada" y así parecían haber, dos o más gente en cabina, y estaban sola ella y su alma. Podía hacer eso.
     Trabajó como maestra de actuación porque estudió la carrera de actriz y tuvo algunas participaciones en series televisivas y era medianamente conocida.
     Había dejados su país, porque de pronto, se sintió ahogada por las deudas de las tarjetas de crédito. Ella pagaba todos los servicios de la casa. También compró automóviles, casi siempre del año, pero nunca los manejó. No sabía manejar porque le horrizaba. En Estados Unidos sí manejó. No le quedó más remedio, y no sufrió ningún percance, porque ella siempre creyó, ser consentida de Dios.
     No podía creer que algunas mujeres en los Estados Unidos pagaran hasta sesenta dólares porque alguien las maquillara, porque, ¡ellas no sabían cómo hacerlo! Para esta mujer, era un estilo de vida el maquillarse, y por ende, maquillar a otra gente también.
     Alguna vez, en la clase de actuación lució una enorme cicatriz que le cruzaba toda la cara. Sus alumnas estaban sorprendidas al ver el mal aspecto que le daba esa herida. El argumento también lo escribió ella: Se tituló "el monstruo". Trataba de una mujer que por andar borracha, sufrió un accidente, y quedó marcada. Cuando los años pasaron, su hija, que ya era una adolescente participaría en un certamen de belleza y le negaría a su madre la asistencia porque ésta se avergonzaba.
     Esa día después de ver aquella película, recorrió con la velocidad de la luz, todo lo vivido un año en Estados Unidos y suspiró. La gente, camino al banco, la detenían de nuevo para preguntarle, dónde había conseguido esa ropa que le sentaba tan bien. Ella se sentía muy halagada, pero no tenía tiempo de dar explicaciones. Quería preparar un guiso excelente.
     Eran trocitos de pollo, que sazonaría con ajo en polvo, pimienta en polvo, sal, y bañaría en huevo con harina y freiría después. Después haría una mezcla de algo, con finísimo ajo picado, perejil, queso parmesano y mezclaría todo. A manera de guarnición, serviría puré de papa decorado con hojas de laurel, y con la cáscara del jitomate, acomodaría una rosa roja.
     Más tarde ensayó unas canciones nuevas que quería montar en su nuevo espectáculo. Estudio un poco de Francés porque ama los idiomas. Revisó los últimos escritos y corrigió los detalles de su último libro, también hizo una llamadas telefónicas para ver si alguien estaba interesado en grabar alguna de sus muchas composiciones musicales, y parecía que ya le tenían algunas propuestas. Ya chapurreaba bastante bien el inglés y gracias a ello se pudo comunicar con la gente del servicio de los "softwares". Y, bien, esta historia que no parece conducirnos a nada, es para rematar, que ella, pues, no sirve para mucho porque es totalmente inapetente sexual. Debido a una histerectomía total, donde le fueron extirpados los ovarios y la matriz y no siente ningún deseo de tener sexo y cuando esto se da, el dolor es tremebundamente espantoso.
      Pensando en la pobre mujer de la película que peleaba a su hombre porque cambió de culo, ella le daba de todo, hasta el culo, ella tenía armas para luchar por él ¡que sería de esta mujer que sabe de informática, de literatura, de dibujo, de idiomas, de cocina gourmette

, de arte, de belleza, de buenos modales! si su esposo de repente le dijera que tenía resuelto cambiar de culo, y es que sí, lástima, sin eso, ella no sirve para nada.