martes, 20 de diciembre de 2016

Si me concedes un beso...




... Caminaría sorteando los hoyos negros de la luna, y derribaría al dragón que es el guardián del duende de que ahí habita; que persigue al conejo para comérselo. Obviamente no usaría las sandalias de humo de nube con polvo de diamante,  no. Andaría descalza para dejar mis huellas sangrantes y conocer el camino de regreso, por si te negaras a dármelo. Le dejaría en prenda mis ojos al rey de los colibríes para que me rente sus alas y pignoraría mi voz al águila real para surcar los cielos cuando no haya puentes para seguir andando. Y ya cerca, casi por verte, empeñaría mis suspiros al hada magnífica; dueña del manantial de aguas tibias, para bañarme antes de estar junto a ti,  le cambiaría mi oído al hortelano que le encantan plantar rosas y en sus ratos libres; para que me deje perfumarme con éstas.  Y sin ojos, sin voz, sin oído,  y los pies sangrando, con el sentido del olfato te encontraría...  Entonces te besaría... no necesito los ojos para ser feliz,  lo más bello, que es un beso tuyo se goza sin mirar. Y ¿sabes? Te regalaría mi corazón;  pero eso ya sería a cambio de tu alma,  por eso, creo que eso no lo haría. Te amo de un modo tal, que no me atrevo a dejarte como un bagazo sin escencia... yo haría éstas pequeñeces antes citadas, nada mas por sentir tu labios rozando los míos.  So, ¿que dices?  ¿Sí?