miércoles, 22 de febrero de 2017

TENGO EN PAUSA EL CORAZÓN








El gusto que me queda, es el acerbo de que abrazas una almohada inerte, que no tiene vida, no tiene nada, bueno, te tiene a tí. ¿ He de maldecir aquel momento en que aterrada no me asomaba a esa abismal mirada porque me decía que había peligro ? ¡No! ¿No? ¡Sí! 
      Ojalá nunca hubieras llegado como un estúpido héroe a salvarme de un ridículo y congelado camino. Ojalá no hubieras tenido la osadía de atravesarte en mi sino, elegido para señalarlo con lágrimas que aun tengo atoradas en mi pecho. ¡Maldito seas! ¡Maldito aquel momento! ¡Maldita yo! ¡Maldita la hora que reté ese brillo de tu mirar! Yo, tan vivida, tan de alma vieja, por dentro y por fuera, pero un corazón tan vivo y joven, tanto, que estúpidamente, como la temeraria de siempre se arrojó al vacío y frío sentir tuyo. ¡Sí! ¡Frío! Porque por algo lloras a solas también. Por algo, te quedas soñando con el duende de la luna, que hace una danza rara burlándose de ambos. Yo, con una ilusión ciega, sueño dormida y despierta que eres un ser distinto, con todo lo que se necesita para poder amar, y no amas. ¿No puedes? Creo que no, y yo, estúpida de mí, aferrada a nada, abrazando a nada. ¡Que par! Sorbiendo este amargo cáliz hecho de mi propio llanto y mal humor. Y tú por allá, solito con las estrellas.
       Apenas tomé mi "camino a la felicidad" y puse más de mil kilómetros y sigue latiendo este sentir, esto que se aferra a nada, eres nada, eres una estúpida sombra, que nunca, ¡nunca! debió pasarse frente a mí. Me has dejado ciega con tu brillo. Me has fulminado la cordura. Y lo que más me duele, es que apenas vales nada, somos tan similares, tan parecidos, y ocupas mi mente y mi alma para nada, apenas vales la mitad de un suspiro, porque te llamo, pero oyes sin oírme, apenas vales un  granito de sal que me amarga el paladar, porque me miras sin mirarme, apenas vales un guiño de ojo de mala gana, que te regalo la mejor de mis sonrisa, y no vislumbras nada, eres nada, eres una sombra tan solitaria como yo. ¡ Todo lo que daría por un beso ! Me iría volando de la mano contigo a recorrer un mundo inimaginable... ¡ Ojalá y si un día, pasada esta estupidez y descubras que tu sentir se parece al mío ! Y tuvieras la osadía de proponerlo, y que a mí, se me disipara mágicamente este sufrimiento, y entonces, me reiría de ti, te dejaría en un pantano, en este, mi pantano de soledad... ¡Lo haría! ¿ Lo haría ? No. No sé... No sé. No sé. No sé.

       Y el gusto que me vuelve a dar, es que yo, estoy escupiendo estas letras para nadie, y tú, ni eso sabes hacer, y si algún día las pudieras leer, jamás las lograrías entender. ¿Ves ? ¡Apenas vales nada! ¿Con qué derecho has irrumpido en mi camino?  que era, no tan sereno, porque mis caminos nunca son así, pero ¿ Con qué derecho me provocas este insomnio? eres un demonio que vive en mi pecho, dime ¿ Con qué derecho llegaste y destruiste mi felicidad ? Ojalá te quedes para siempre en aquel puerto escondido, en aquel puerto perdido que nunca entendí, ni siquiera por qué y cómo fui a dar ahí... Ojalá, ojalá, o tu o yo, nos quedemos dormidos, para no despertar jamás. Al fin y al cabo, tú duermes tan solo como yo, ambos, tú y yo, dormimos con seres a quienes le somos indiferentes ¡Que triste! ¿ No ?
( R.  you are the love of my life)
Puerto Escondido, se sigue riendo de mí.