lunes, 9 de enero de 2017

¡ FELIZ ANIVERSARIO DE BODAS!




FELIZ ANIVERSARIO DE BODAS

Dicen que el máximo sueño de una mujer es encontrar al hombre ideal, y eso no es mentira, el máximo deseo de una mujer es comer ¡y no engordar!











     -La cosmetología no es lo que yo imaginaba-
     -Pocas cosas son en la vida-
      Era estudiante de secundaria cuando escuché este diálogo viendo la película "Vaselina" y suspiraba por John Travolta y es una película que he comprado físicamente, y cuando estuve en USA, la compre a través de YouTube. Y no por esa frase, sino porque me encanta. Haber sido estudiante, en mi caso, de secundaria, fue una de mis mejores épocas vivida (fuera de mi casa) y aunque la película trata sobre bachilleres, para mí, ya fue más complicado ya que, yo misma me tuve que costear ese nivel, trabajando en la misma escuela, y como sufrí un excesivo maltrato familiar (padres, hermanos, etc) eso de trabajar era como "está bien, te doy permiso", pero si no quieres que te prohiba estudiar, - realmente eso, era por lo que casi tenía que implorar, ya que mi madre se rehusaba sobremanera a que yo fuera a la escuela- "pues, si no quieres ser penalizada con la prohibición absoluta de seguir yendo a "putear" a ese lugar, entonces, de lo que te paguen, paga también la colegiatura de tu hermano"
       Según la versión de mi madre, como era el hombre el que en un momento dado, tenía que tener una carrera, para poder sostener una familia, es decir, la mujer debe ser mantenida por el hombre y proviniendo yo de una familia, aparentemente humilde, (no lo crean, no fui rica, pero tampoco me quedaba sin comer, como para estudios de bachiller sí había, pero en fin, el dinero, era de ellos, bueno... mi papá era quien trabajaba y mi mamá, mandaba en algunas cosas) Lo contradictorio aquí, es que mi madre, enamorada de su primer hijo varón, mi hermano, hoy día penosamente ya fallecido, y digo enamorada no de una manera inapropiada, sino que amó y creo que aun muerto, ama infinitamente a mi hermano el mayor, a mis hermanas y a mí, nos enseñó que, mi hermano valía mucho más de lo que pesaba. Era hombre, y era el hombre, (y sí parece que en la Biblia viene, no estoy segura ni me importa) el consentido de Dios. Otra contradicción de mi madre, es que tuvo a mi hermano varón, el primero y de ahí llegó una cadena de maldiciones, pariendo tres hijas, tres malditas mujeres, yo la primera, siguen dos, y tras diez años de no haber tenido más, nace un varón más, y a este no lo trató como a su primogénito. O bien parece, que mi hermano menor, no se dejó consentir así. Hoy día, es un señor muy independiente, con el que no tengo contacto desde hará casi tres año, o no sé. No parece importarle. En ese aspecto es muy parecido a mí. Yo no veo a mis padres y hermanos desde hará como cinco o seis años. Tampoco les telefoneo. Mi madre cada vez se le complica más eso de contestar y ya tampoco hace drama si no le llamo. Pero cuando sí logramos entablar alguna comunicación, quedo devastada, ya que: primero me enumera a los muertos, de la familia o vecinos que, por haber dejado aquel barrio hace como 30 años, pues ya ni me acuerdo, y luego me hace una lista interminable de sus antiguas, más las nuevas enfermedades que padece (mi madres es hipocondriaca) y aunque sé que es verdad que sí es diabética e hipertensa, ( se le desarrollaron estos malos a la raíz de la muerte de mi abuelo) mi madre siempre ha dicho que está enferma, muy enferma, y dice que lo sigue estando. Ha sobrevivido eso sí, a dos infartos recientemente, pero es una mujer de 70 años, que ahí sigue, en pie. Jamás tuvo un trabajo aparte de ser ama de casa. 
       Por mi madre aprendí, que el hombre debe mantener a la mujer, pero otros hombres, como mi padre por ejemplo, pero nos enseñó a nosotras las mujeres, que como seres no valíamos un duro y por ello, debíamos darle todo al varón, en este caso, a mi hermano el mayor. 
       Dejé ese "hogar" cuando tenía 16 años. No tenía ni la edad suficiente para trabajar, pero es México. Me hice un acta falsa, me saqué la ya extinta "cédula cuarta" y trabajé en la capital y viví sola, ya que no contaba con nadie en esta enorme ciudad. Me amparé alguna vez en un convento de religiosas, (aun existe, se llama "Las hijas de la Virgen del Consuelo) y fue una experiencia muy bonita, yo alguna vez lloré, al ver como una plantita nacía, por una rendija del piso de cemento roto, y así, tan joven e inmadura, me alegré y pensé que "que bella era la vida, luchaba por permanecer aun le pusieran bloques de cemento". Y no sé por qué pensé eso, como que "tan profundo" ya que yo, no soy ni tan madura ni tan inteligente como para "filosofar" de ese modo. Aquel sentimiento y pensamiento fue quizá, un instinto más animal que nada, y era porque estaba tratando y luchando por sobrevivir en una ciudad que la han considerado por monstruo por muchas cosas, por grande, por la cantidad de habitantes que llegan de muchísimos lugares de la provincia, por la cantidad de fábricas, por ser la capital del país, etc. 
      - Es un monstruo ¿no es cierto? Pero hasta el monstruo más grande, tiene su encanto. Esta frase la escuché del actor "Franchella" en la película "Rudo y Cursi" y estoy de acuerdo.
       Y ya, yendo al punto, ¿no les dije que no soy inteligente? no me centro en lo que asunto como debiera y dudo que sea estilo, a veces, cuando me quiero defender, siento que es, que tengo tantas cosas sentimentales adentro, que quisiera, en cinco minutos, contar (chillar y quejarme estúpidamente) lo que ha sido mi vida.
      No sé cuántos años de casada cumplí este 8 de Marzo, ya no importan. Porque primero me junté, luego este hombre se fue, lo busqué le rogué, pero aun así no. Un mes más tarde se regresó por voluntad propia y dijo que viviría conmigo sólo en matrimonio, así que me casé por el civil, y por una costumbre de ser aparentemente y en extremo religioso (que es ir, no faltar a misa los domingos) quiso también una boda por la Iglesia Católica. Yo, pero yo, porque no soy muy coherente que digamos, considero que aquel se considera buen cristiano y altamente religioso, hace obras de caridad ( y no es propiamente dar dinero, porque está difícil) pero cuidar enfermos, o no sé, otras cosas. Pero no, en la familia "política" veo que eso no se da para nada. Se saben de memoria muchas oraciones, pero jamás se desvelan por enfermo, aunque sea de la familia, no obstante que dos elementos de ahí, pertenecen a un grupo que se llama "Opus Day".
      En momentos que he estado histérica, he llegado a decir, no a ella directamente, a mi esposo "es tan, pero tan fría, no obstante tan religiosa, que si se le muere un hijo, pero llegan las nueve de la noche, -porque religiosamente a las nueve se duerme- que se duerme, se levanta, lo entierra, y se vuelve a dormir" .
      Mi esposo es igual. ¿Es bueno? sí. No me grita, no me cuestiona, no me prohibe nada. Era un "partidazo" cuando lo conocí de 40 años, sin pasado, con una carrera de un tipo de ingeniería, buen civil, buen cristiano. ¡Por eso se fue! ¡Nadie deja ir a un partido como ese!  Mis cuñadas, no todas, tengo muchas, algunas hicieron un alboroto tremendo y de un cuñado, que no vive en la ciudad empecé a recibir propuestas como "si tanto necesitas a un hombre, yo puedo hacerte el favor un tiempo, pero deja en paz a mi hermano, el debe cuidar a mi madre hasta el día de su muerte. Es un pacto"
       También recuerdo la visita de mi suegra, cuando mi esposo, que en ese entonces era mi novio, le dijo que tenía novia. ¡Era la primera vez que hacía un anuncio de ésta índole, y aunque no fui la primera novia en sí, creo que soy una "lucky guy", fui la primera y la unica anunciada de manera "oficial".
       El evento no fue tomado con gracias, sino todo lo contrario, una verdadera tragedia. Mi suegra me hizo una visita donde, lo primero que hizo fue preguntarme que si la casa donde vivía, era "mía de mi propiedad" y le dije que no. Ella fue, porque dice que siempre lo hace, que visita a sus nueras, o yernos. Conmigo (no sé con las otras) fue porque, al saber que yo trabajaba "de artista" esto era aun más grave. Aparte de que ella tenía en mente que su hijo no se casaría y tendría que cuidar de ella hasta el día de su muerte, pues, siendo artista, quién sabe que malas mañas tendría. Uso de drogas, alcohol, orgías, y todo eso que ella dice que se ve en las películas. Y que probablemente no me conformaría con una vida humilde pero honesta, que era lo más que su hijo me podría dar.
      - Pero es que yo trabajo señora. Le dije. Y esa fue también otra protesta. Si el trabajo hubiese sido de secretaria o cualquier cosa, que pareciera "normal" pues quizá no se habría enojado tanto, pero, bueno, le cedo toda la razón, yo, no soy normal.
       Me ofreció dinero de su hijo "el rico", diez mil pesos por dejar a su muchacho en paz. El hijo rico fue el que me llamó para ofrecerme "consolarme" sexualmente un tiempo, y bueno. Mi esposo aun así insistió y se rebeló ante la familia. Cuando se fue, fue por los chismes, y porque a su madre, que abandonó la ciudad y se fue con su hijo "el rico" le brotó un tumor en la cabeza, y bueno, tenían a este hombre con un tremebundo peso de culpa en el alma, que lo mejor fue huir de mí. No se por qué lloré tanto, y para qué. No sé para qué luché tanto. ¿No les digo que nunca he sido una persona inteligente? Me humillé de una y mil maneras. Aun que ya mi esposo estaba escondido por algún lugar de Tabasco, incomunicado, su hermano echó abajo líneas telefónicas e Internet para que no hubiera comunicación, e incluso, según me dijo mi esposo, ya le habían asignado una habitación de la enorme casa que tiene "el rico" para que viviera, de nuevo con mi suegra, pero ya no en la capital. Creo, que vivir prisionero y de esa forma, es como instintivo, y yo parecía ser el único pase a la libertad, porque la conoció. Yo, no me quedó ser otra más que ser independiente desde los 16 años y aquí sigo. Y quizá eso lo movió a regresar, obviamente, con las condiciones antes citadas. 
      Y así fue, cómo soy una mujer casada "bien casada". Mi compañera Fernanda Ostos, en su espectáculo de canto y stand up comedy, llegó a comentar eso: ¿Por qué presumen que sus hijas están bien casadas, es que algunas están mal casadas? Ahora, creo que sí existen las mal casadas. Yo.
       Tomé la decisión de abandonar mi país, México. Tenía 52 años. Tenía un enorme peso de pagos domiciliados a mis tarjetas de crédito, porque, con mi show de imitaciones y comedia, y algunas participaciones en telenovelas y series de TV me dio una buena posición económica, pero no me supe administrar. Tengo la mala costumbre que aprendí desde niña. Darle al hombre que vale tanto, lo mejor. Sexo, no puedo darlo porque, fui acosada sexualmente desde niña ´por dos parientes, y años después. violada en la Ciudad de México. Para colmo, una histerectomía total me hace perder la líbido casi en su totalidad. Esto, me hace sentir que lo que no doy con sexo, lo trato de compensar con otras cosas. Adquirimos entre mi esposo y yo un departamento, que él aun sigue pagando. Los servicios los pagaba yo, aparte de haber adquirido automóviles, al principio eran usados, los dos últimos fueron nuevos, de cero kilómetros. Pero la carga empezó a ser insoportable, porque no he renunciado a mi sueño de seguir con mi carrera. Ya ser imitadora no me llenaba, imitadora, no original. Intenté producir teatro y no salió porque no sé producir. Aun así, les pagué a mis actores. No se me hace justo que la gente trabaje y no se le pague, y peor aun, si es por un sueño particular y personal. Entonces las deudas crecieron. 
       No se me olvida la mañana que mi esposo me llevó al aeropuerto, para volar a Chicago. No era la primera vez que tenía que viajar por cuestiones de trabajo, ni la primera vez que viajaba a Estados Unidos, por cuestiones de trabajo de televisión shows, y a veces visité a mi hermana cuando ella vivió allá. Esta vez era diferente, era una huida. El boleto no tenía regreso. Mi esposo me llevó, pero no se bajó del coche ni me ayudó a bajar el equipaje. No hubo despedidas ni adioses ni bendiciones ni lágrimas ni nada. No estaba enojado, debido a que no me prohibió irme, porque ni siquiera le pedí permiso. Le avisé que la alerta roja en mi economía estaba taladrándome la existencia y por eso me iba. No dijo nada.
      Francamente no me dolió, no me hirió esa conducta que ya era endémica desde hace mucho tiempo. Me dolía mi situación y haber quebrado mis sueños y ya no luchar más. Sabía que en Estados Unidos iba a limpiar mierda, y sabía que pagaban bien por limpiarla. Y así lo hice. Pero como no soy una persona inteligente, volví a buscar andar en el medio artístico y vaya que si me patearon el culo, no todos, pero la mayoría. Sí hice cosas, pocas, como artista por allá.  No tuve mucha comunicación con mi esposo ni aun cuando tuve los peores problemas, económicos, que fueron pocas veces, pero de salud sí, pero no me comuniqué con él. ¿Para qué? Conocía la respuesta: ¿ Y yo que puedo hacer? Y esa, es una respuesta inteligente.
      Me atacó el "homesick" le dicen. Extrañé el hogar. Padecí eso cuando llegué a la capital, cuando dejé mi pueblo y el hogar paterno, y sólo me acordaba de los buenos momentos, y me iba cada fin de semana a la casa de mis padres cuando era niña. El trato real, me recordaba el por qué no debía vivir en ese sitio, pero pisaba una y otra vez esas malditas trampas de la nostalgia. Me volvió a pasar. Me sentí demasiado sola. Allá, casi todos se sienten así, pero ni así se ayudan. Allá es peor. Ellos saben a donde les duele. Es como decir: ¿Ves esta llaga? me arde, me quema, me sangra, y si me pones el dedo, casi moriría del dolor y va el hispano, que tiene la misma llaga, y sabe cuánto duele, cuanto arde, y sabe, que si alguien le pone el dedo, casi moriría del dolor, aun así, este hispano va y pone impiadosamente el dedo en la llaga de su compatriota. Así es allá. Y el hogar que extrañé fue mi país, porque hogar, lo que se dice hogar, sabía que ya no lo tenía, quizá, por aquello de que la esperanza muere al final, pensé que lo tenía, pero no me hacía mucha ilusión. Yo quería volver a mi Patria y mi ciudad. ¡México!
        ¿Dolió volver? ¡Sí! No extraño para nada ni a nadie en de Estados Unidos. Es decir, no la ciudad, no el país, ni a ninguna persona. Extraño la última recámara que renté por el área de Missouri. Era un trailer que tenía tres recámaras. Una en la parte norte de la casa, una enmedio y la mía, al final. Tenía un baño con tina que limpié a consciencia con ácido muriático. Gozaba de unos plácidos baños de tina con burbujas, con música y burbujas. Era muy pro-positiva. Era feliz. Cuando salía de mi casa y tomaba el coche, uno mío, y otro prestado, pero tenía automóvil, podía ir a comprarme la comida ( no la que se me antojara ) pero la que había, era buena comida. Además, el dueño de la casa, fue muy gentil y sí cumplió con el trato de rentar la recámara con derecho a usar la cocina ( la otra casera hizo el mismo trato, pero no lo cumplió)  Así que me dio por cocinar y el dueño, ¡comía de mis guisados! ¡Buena y larga vida don Jaime Landlord. (Ese no es su apellido ) no conozco su apellido, le puso "landlord" porque según yo, eso en Inglés significa "arrendador" o "dueño". Era un hispano de los Altos de Jalisco, muy bien parecido con una esposa que no estaba casi nunca en la casa, ya que se recuperaba de una terrible parálisis. La veía los fines de semana, y siempre tuvimos buenas pláticas. ¡Si tuviera esa recámara aquí! ¡Con un clóset enorme para mí sola! Dejé toda la ropa allá porque era vestuario de verano que compré a buen precio en un lugar llamado ARMY (ropa de segunda, de buena calidad y muy pero muy barata: hasta 25 centavos de dólar) lamentablemente la dejé. Al ser Octubre, pensé que aquí sólo usaría ropa de Otoño Invierno, pero no está frío, al contrario. La ropa que dejé aquí en México me está grande, perdí peso en USA. 
       Traía únicamente 800 dólares, que se volvieron tal vez veinte mil pesos. Eso fue muy molesto para mi esposo. Ese fue el recibimiento tras un año de ausencia. Lo peor, es que, lo comprendo, se acostumbró a su cama, sólo. Ni cuando soltero, dormía solo, dormía con su mamá. Conmigo conoció muchas ciudades y hasta países, por mi carrera. Aprendió a manejar los coches que compré, y bueno, llegué a una casa que tiene reglas diferentes. Nunca fui ama de casa, pero, casi estábamos de acuerdo. Ahora no. Mi esposo volvió a sus costumbres de cuando vivía con su madre y hermanos. La austeridad ante todo. Conmigo se volvió despilfarrado porque lo aprendió de mí. Canceló muchos servicios como el cable para ver televisión de paga. El teléfono residencial porque sólo usa su celular, por cierto, yo lo compré y el contrato estaba a mi nombre, aprovechó mi regreso para cancelar el contrato y usar un teléfono con tarjetas de prepago. Cada quien tiene que comprar su comida. ( A la "americana) irónico ¿no? En fin que, este Domingo el Facebook me avisó que era mi aniversario de bodas (pero la religiosa)
       Mi celebración fue en la mañana: Una charola de plata con un desayuno que consistía en un omelete natural. Cereal, gelatina y un jugo de naranja. Se parecía mucho a mis desayunos en Estados Unidos. No era con jugo, era con una soda, me comía dos naranjas con chile el polvo. Y bueno, mi desayuno venía acompañado con un florero con una rosa que tenía un diamante en el centro. De ahí: ¡desperté! Y mi esposo me dijo: ¨¡qué bueno que despiertas, Es principios de mes, hay que pagar el predial, la luz, el mantenimiento y ya toca pagar la verificación del automóvil!
     Pido perdón a quien se ofenda por  este escrito, porque no hablo de mi vida, sino la vida de mi esposo y tal vez no tenga yo ningún derecho, pero les recuerdo que yo, no soy inteligente.
      Soy una persona con muy malas costumbres. Quejarme es una de estas. Pero no todo está mal. Tengo la firme determinación de salir avante como actriz y haciendo cine. También, la otra mala costumbre, de poner muy cómodas a las personas que viven conmigo. Don Jaime Landlord, cada vez que le recordaba que ya se acercaba mi regreso a México se compungía todo, porque estaba enfermo de añoranza pero no se atrevía a abandonar a su mujer en el estado delicado de salud. Dijo que ya no la amaba, que la añoranza al país le había matado el amor, pero le daba miedo que Dios le fuera a castigar porque a un ser humano no se le abandona en esas condiciones. ¡Mh! Me acordé de cuanto recibí un rozón de bala en el brazo por envidias e insidias de unos compañeros que no querían que yo apareciera en "prime time" de un concurso de imitadores muy popular en televisión. La noticia del atentado hizo que los productores me negaran la participación porque esto ponía en peligro a los demás. Pues sí, "si han de matarte que te maten sólo a ti ¿ que culpa tienen los demás?"
        Recuerdo que aquella herida me provocó una especie de locura temporal, por la fiebre, me dijo mi esposo que le proferí terribles insultos. Se fue. Se fue a la casa de su madre y dejó pasar un día. Una vecina me asistió. Cuando mi esposo regresó venía con la determinación de que si no estaba mejor, me internaría en un manicomio y promovería el divorcio. No es muy de esa idea, les repito que en la religión católica, el divorcio es pecado. Y sí, es que, al hacer los votos se dice:
      Yo, te tomo como esposo o esposa, como compañera para amarte y respetarte, cuidar de ti, serte fiel y estar contigo, en las buenas y en las malas, hasta el último día de mi vida.
FELIZ ANIVERSARIO !!!

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